¿Te acordás de cuando el chino Brescia le tocó el culo a la turca Nahima? —interrumpió Fer.
¡Como para no! —replicó el Mono en un acto reflejo. ¡Cinco amonestaciones colectivas nos costó esa joda!
Reunión de egresados, edición vigésimo octava. Siempre la mirada puesta en un ayer de sombras largas como las del crepúsculo.
Somos como el hacha de Rivadavia —comentó Marilina como al descuido.
¿A qué te referís? —intervino Noelia con curiosidad.
—Al hacha de Rivadavia, a la que primero le cambiaron el mango y después el filo. Somos igual. Orgánicamente hablando, renovamos la totalidad de nuestras células al cabo de siete años. Calculá.
—Pero nos quedan los recuerdos y esos no se renuevan.
—No, pero se contaminan. No hay que confiar ciegamente en la memoria, acomoda los recuerdos a su antojo.
¿Se acuerdan de cuando el chueco Suárez le tocó el culo a la petisa Sampaoli? —interrumpió Fer.